En España al igual que en otros países, son comunes los desguaces de coches en los que se pueden encontrar piezas mecánicas a precios verdaderamente económicos, en comparación con los costes que establece el mercado de primera y segunda mano; aquí la respuesta de por qué es posible ahorrar una cantidad significativa de dinero en estos lugares.
La primera razón y la más lógica, es que se trata de piezas de segunda mano que son extraídas de coches que han sufrido averías en choques o en accidentes, o que simplemente ya cumplieron su vida útil, así que son entregados por sus propietarios a los Centros Autorizados de Tratamientos, que es el verdadero nombre de los popularmente conocidos desguaces.
Aunque parece tratarse de un mercado de segunda mano poco convencional, el funcionamiento de los desguaces está apegado a la legislación española y se debe cumplir con una serie de requerimientos antes de poner en venta cualquier pieza. Por ejemplo, existe una regla específica para que el propietario entregue el coche y lo dé de baja para su posterior desmantelamiento.
Mientras que los encargados del desguace deben respetar tanto los trámites ante las autoridades de Tráfico, como el procedimiento de descontaminación para desarmar el coche, que incluye extraer el combustible, los aceites, gases refrigerantes y demás materiales que deben ser depositados en contenedores especiales para su posterior tratamiento.
Al tratarse de coches que en el mercado de segunda mano valen poco, en los desguaces se encargan de revisar las piezas funcionales que puedan utilizarse en otros vehículos. Así que se ofrecen al público a precios de oportunidad. Mientras que la parte de la carrocería puede venderse a empresas de reciclaje de hierro y aluminio.
La próxima vez que usted acuda a un desguace o visite su páginas web, ya sabe qué hay detrás de este popular negocio.