Las obras de arte más caras del mundo usadas para apostar

En el mundo existen todo tipo de aficionados, que van desde el fanatismo por el fútbol y todo tipo de deportes, hasta ser coleccionistas de objetos inimaginados que, con el paso del tiempo llegan a ser preciados por más de uno, en cualquier rincón del mundo.

El mercado negro es uno de los sitios favoritos de los grandes coleccionistas, ya sea de lo que llamamos «chucherías» o bien, incluso de grandes obras de arte que ocasionalmente fueron halladas en ventas de internet, apuestas o en algún «mercado de pulgas» en pequeñas ciudades.

Si nos referimos específicamente a las obras de arte, es necesario reconocer que muchas de ellas merecen el precio que se les ha asignado, debido a que son únicas, tanto en técnicas como en contenido, y, por su puesto, porque las manos que las hicieron ya no están entre nosotros.

Apuestas con obras

Hace medio siglo, nadie daba importancia al precio y valor de ciertas obras de arte que protagonizan los salones de los grandes museos europeos, hasta que, con la llegada del internet y su establecimiento en las grandes naciones, se pudo verificar que estas obras eran objeto de tráfico y que, en muchos casos, incluso eran usadas como una especie de moneda para pagar deudas y apuestas.

Las investigaciones empezaron con algunos sitios de apuestas online, que fueron catalogadas también como parte de los primeros casinos digitales en el mundo.

Tras una búsqueda exhaustiva realizada por la policía parisina, donde se encuentran los más importantes museos del mundo, se pudo descartar muchos sitios web de casinos de renombre como onlinecasino.mx que estaban libres de esta especie de tráfico cultural, pero se hallaron muchas otras que sí usaban obras de arte como objeto de apuestas.

Lastimosamente muchos de esos sitios, literalmente, murieron, tras las investigaciones y cuantiosas multas. Muchos países no tenían leyes de protección cultural para entonces, por lo cual los castigos solo fueron monetarios para muchas de estas casas de juego.

«Países depósito»

Se descubrió también que muchos propietarios de casinos solían utilizar países muy lejanos como una especie de depósito de obras, puesto que sabían que las investigaciones difícilmente atravesarían las fronteras en búsqueda de pinturas y esculturas.

Uno de estos «países depósito» fue México, que en el afán de alcanzar el mayor desarrollo solía tener controles mínimos en sus puertos y fronteras. Entonces, cualquier traficante tenía fácil acceso a cualquier ciudad mexicana para guardar u ocultar lo que quisiera.

Se dice que las grandes obras del centro histórico de la Ciudad de México fueron refaccionadas y embellecidas, como se las conoce hoy, gracias al gran flujo económico que los mercaderes, turistas y otros negociantes llevaron a ese país. Por cierto, una belleza muy bien conservada hasta hoy.

Hoy, después de varias décadas de aquella exhaustiva investigación realizada por la policía parisina, la institución del orden suele realizar algunos ciberoperativos similares a este, con el fin de mantener a los propietarios de los casinos y a los apostadores alertas respecto a las leyes de protección de algunos objetos pertenecientes al arte y de las leyes que los protegen.

Algunas obras costosas

A continuación revisaremos algunas de las obras más costosas que, en cierto punto de las historia, fueron víctimas de contrabando, tráfico, apuestas y plagio, entre muchas otras ilegalidades a las que fueron sometidas.

Salvator Mundi

El Salvator Mundi, de Leonardo Da Vinci, está catalogada como una de las obras de arte más costosas de nuestro tiempo (y desde que se elaboró). Se le estima un costo actual de más de 450 millones de dólares.

Esta pintura, fue elaborada en el año 1.500 bajo la técnica de pintura en aceite. Sus dimensiones originales son de 45 x 66 centímetros.

Aunque fue víctima de numerosos plagios, se dice que la obra original fue hallada en la casa de uno de los mercaderes más buscados de Europa, cuya debilidad era comprar pinturas en el mercado negro.

Interchange

El Interchange, de Willem De Kooning, es una pintura que data del año 1.955. Si bien su elaboración no es muy antigua, al parecer eso no tiene ninguna incidencia en la valoración monetaria de la obra, pues su precio alcanza los 300 millones de dólares.

En el año 2015 fue adquirida por el inversor empresario Kenneth Griffin a la fundación David Geffen. Sin embargo, tiempo después fue cedido al Instituto de Arte de Chicago.

Los jugadores de cartas

Los jugadores de cartas, este par de hombres que se reflejan enfrascados en una cruda partida de barajas, elaborada entre los años 1890 y 1894 por Paul Cézanne, alcanzan fácilmente un precio de 250 millones de dólares actualmente.

Esta obra de óleo sobre lienzo fue adquirida por la familia real de Qatar en el año 2011 a través de una venta privada. Sin embargo, hay quienes dicen que los vicios de las apuestas fueron el motivo de su adquisición.

Nafea faa Ipoipo

Se trata de una obra que también fue adquirida por la familia real de Qatar en el año 2015 a través de una venta privada.

La misma fue realizada por Paul Gauguinen el año 1892 bajo la técnica de óleo sobre lienzo. Su precio actual alcanza los 210 millones de dólares, pero se dice que en un enfrentamiento entre conocedores, una subasta podría llegar hasta los 300 millones de dólares.

Aunque muchas de las obras fueron adquiridas a través de ventas privadas, esto se trata de una maniobra legal para no revelar las verdadera formas de adquisición de las obras. Eso sin mencionar que existen listas de “obras perdidas” que, según se presume, permanecen guardadas en las casas de algunos magnates.

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